domingo, 23 de agosto de 2020

U2: Achtung Baby


Año de publicación: 1991
Valoración: bastante recomendable

Desde el momento en que la portada muestra dieciséis imágenes (muchas en grano grueso de alto contraste, marca de la casa del por aquel entonces omnipresente fotógrafo Anton Corbijn) en vez de impactantes únicas fotos de tonos grandiclocuentes, U2 ya ponía de manifiesto sus intenciones respecto a la continuación de su - empecemos discusión, va - ampuloso y sobrevalorado previo álbum en estudio, The Joshua Tree: cortar esa progresión que los había convertido en una banda predecible, ñoña, más enfocada en lo espiritual que en lo sonoro, más obispos que sacerdotes de a pie.
Eso, y, supongo, ver todo lo que había sucedido en esos cuatro años, ver cómo otras bandas con puntos de partida similares a ellos, es decir, ramificaciones del after punk que habían perdido conciencia de sus orígenes y habían optado por crear su propio sonido, llegaban, aunque fuera un espejismo, a lugares más inhóspitos: U2 se habían convertido en una banda para ceremonias más que para experiencias. Madchester había sucedido, y mientras, por ejemplo, los Happy Mondays habían descubierto los sintetizadores, los bajos funk y las drogas, U2 parecían ir a aparecer con una ramita de olivo entre los dientes.
Así que el ejército de asesores se pone en marcha y sus productores (Brian Eno al frente) abanderan su cambio de sonido que se materializa (previas tímidas pistas anteriores) en aridez, saturación, contundencia, riesgo (no mucho), ligera búsqueda de complejidad compositiva, aquí no hay algo tan simple como I still haven't found what I'm looking for sino bongos, congas. guitarras efervescentes entrando ligeramente a destiempo, veladuras de teclados, ¿dije bongos y congas?, voces tratadas, mensajes carnales, guitarras, otra vez, tratadas por toneladas de pedales, guitarras que hacen solos que son melodías dentro de las canciones, en fin, U2 hacen su mejor disco y supongo que pagan con gusto el perder algunos de los seguidores captados con The Joshua Tree aunque sea a costa de que cierto público considere este Achtung Baby como su gran disco, aquel que marca el zénit a partir del cual, casi tres décadas más tarde, la banda siga descendiendo cualitativamente, llegando al punto de regalar sus discos. Y aunque haya que reconocer su influencia, igual que ellos fueron inspirados por Echo and The Bunnymen o los primeros Simple Minds, hay que encuadrar a sus seguidores tanto a Travis como a los nauseabundos Coldplay, los timoratos Keane o algunos de los primeros titubeos de Radiohead, he de decir que volver a oír este disco (salvo audiciones inconscientes, las tres o cuatro veces que lo he oído en estos días han sido las primeras en veinte años) me ha dejado particularmente frío. Así que diría; escuchad el disco, pensad en que algunas canciones están situadas para no dar la espalda de todo a sus fans, con One o Who's Gonna Ride Your Wild Horses (esta última realmente muy floja) y que otras, básicamente las que llevan congas, como Until The End Of The World o Mysterious Ways, son las que arrastran el peso y asumen la responsabilidad de ese cambio, ese loable rompimiento con su sonido anterior que, al final, antes de que Bono decidiera ser un líder social, les va a salvar a la hora de valorar su obra para la historia.

2 comentarios:

  1. (Sin acritud, muy al contrario)
    Hombre, yo le pondría un Muy recomendable; prescindicendo de prejuicios -¡justificados!- y del conocimiento de la deriva posterior del grupo, me parece un gran disco. One, aparte de querer ir a buscar el himno inmediato, no deja de ser una muy buena canción. Ultra Violet, Acrobat, The Fly... no se, me pasa al revés, que lo escuché no hace mucho después de tantos años y me sorprendió gratamente.
    Del Joshua Tree no puedo hablar, porque coincido bastante con la opinión mostrada pero a la vez es la banda sonora de unos años legendarios. Rattle and hum ya si eso otro día.
    Gracias por la reseña.

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  2. Comparado con The Joshua tree es una obra maestra. En su momento fue sorprendente y rompedor a su manera, dentro del mainstream. Escuchado muchos años después me parece más flojo que entonces. Se salvan de la quema unas pocas canciones, como Ultra Violet.

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