domingo, 5 de mayo de 2019

New Order: Technique


Año de publicación: 1989
Valoración: muy recomendable

Si todas las grandes bandas de la historia tienen que cargar con algún estigma el de New Order es prístinamente claro. Demostrar que como banda (y aún con un cambio de nombre y una reestructuración) eran capaces de hacer olvidar el brillante (brillante por oscuro, me refiero) pasado que el suicidio de Ian Curtis cercenó (terrible palabra) para siempre. Y Technique es el primer disco que corta con contundencia con ese legado. Aunque haya pasado ya un tiempo y varios discos, perdonad si os digo que este es el primer disco del grupo en el que ninguna canción cuadraría con la voz de Curtis incorporada. Todos los anteriores siempre habían tenido algún rincón habilitado para algún detalle siniestro o brumoso. Technique es, desde su portada, un disco colorido, vitalista y me arriesgaría a decir que casi optimista.
He leído hace muy poco que Peter Hook, bajista de la banda (aquel que dejaba ceder la correa hasta tocar el bajo prácticamente agachado, en una pose entre agresiva y grotesca) deshabilitaba el mito de este LP como el disco ibicenco de la banda y limitaba el inicio lisérgico de Fine Time a las aportaciones de inspiración balear. La banda se presenta en el estudio de Ibiza con el material prácticamente terminado y dedican esa estancia en la isla a los excesos. Bien. Lo siento, sean bienvenidos cuando el material es de este calibre. A pesar de lo cual, Technique a veces me resulta un disco algo polarizado. Como si hubiera que establecer un equilibrio entre los números más escorados hacia el sonido clásico de la banda en sus álbumes (medio tiempo, guitarras, bajo trazando arabescos por debajo) y aquel que parecía borbotear en sus clásicos 12 pulgadas, más orientado a la experimentación, al baile y a la electrónica.
Parece que no pueda reseñarse un disco de New Order sin mencionar Blue Monday.
Pero ello no significa que no haya joyas aquí, y es muy posible que, aunque el disco se reparta en esas curiosas mitades, todas las canciones puedan ser consideradas maravillas. Tómese, por ejemplo, la excelsa Round and Round, video adelantado a su tiempo, teclados imparables, línea de bajo secuenciada, extraordinaria en cualquiera de sus diversas versiones - 1989, la fiebre de los remixes empieza a florecer y los de esta canción son soberbios -, con su alarde vocal y su exuberante arranque y desarrollo. O Guilty Partner, con Sumner demostrando que ya ha pulido los límites de expresividad de sus recursos vocales. La tensión de la muy convenientemente titulada Mr Disco remite más a Detroit que a Manchester decanta el disco hacia un sonido más electrónico, sensación que se acrecenta con los vientos sintéticos de Vanishing Point, largo desarrollo instrumental inicial y esa curiosa dicción casi solemne, esa especie de paradoja entre el sonido luminoso y una cierta declamación trascendente sin querer serlo. El cierre, gloriosa Dream Attack, parece unificar los dos sonidos que han ido coqueteando en el disco sin llegar a fusionarse. Claro que puede ejemplificar la quintaesencia de una banda decantada entre una fidelidad a un sonido y un impulso innovador resultado del bullicioso entorno en que la realidad musical empezaba a sumergirse. Ello puede que afecte, insisto, a la percepción del disco como unidad y no como colección de canciones. Pero no hace que los resultados sean menos brillantes.
Por cierto: el último LP del grupo en publicarse en Factory.

1 comentario:

  1. El último gran disco de New Order, no sé si el mejor (mis preferidos siguen siendo Low Life y Power, Corruption and Lies), pero sí el definitivo.
    Aunque Republic es un buen disco, sobre todo su cara A, no creo que esté al nivel de sus discos precedentes, y además con él se inició el declive, que parece que no tiene fin; una pena.
    Si éste es un disco polarizado, entonces Brotherhood no digamos, está hiperpolarizado.
    Yo creo que el grupo siempre se caracterizó por mantener esa polaridad, no sé si intencionadamente como hicieron en Brotherhood, pero lo que no hay duda es que fueron los maestros de la fusión punk-rock y techno, con una una legión interminable de imitadores.
    Estoy de acuerdo que con éste se sacudió definitivamente del influjo de Joy Division. Y es por ello y por toda su producción previa, sobreponiéndose al desastre y adelantándose a modas y tendencias, lo meritorio de la carrera de New Order.

    Saludos.

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