domingo, 1 de abril de 2018

Antony and the Johnsons: I am a bird now


Año de publicación: 2005
Valoración: sobreexpuesto

a) Está bien: lo que voy a decir a continuación es muy cruel y puede que sea hasta injusto. Injusto porque cuando un artista publica un disco puede que pierda el control de hasta dónde éste pueda llevarle. Podría ser este, por eso, el caso de un artista que crea para sí mismo y es completamente ajeno al revuelo que su obra pueda causar. Oh. Puse obra en minúscula.


b) ¡¡ Qué prodigio de sensibilidad, qué Obra maestra de matices y cuánto dolor y cuánta incomprensión están detrás de estas canciones!!

a) No voy a discutírtelo. Pero ese dolor y esa apariencia sórdida empiezan a parecerme algo programadas, ese uso de la imagen de portada, del transexual (agonizante, dicen) en la habitación de hospital me resulta excesivamente preconcebida, apelando a sentimientos tan obvios (puede que en ese tan lejano 2005 no lo fueran) que la simple audición del disco empieza con una actitud del oyente completamente sesgada, del estilo "pobre de mí como esto no me guste".

b) Pero, ¿y las canciones? esa es solo la imagen de alguien con quien Antony (que recientemente ha firmado algún disco como Anohni)

a) un pseudónimo de ambigüedad ya definitivamente exacerbada...

b) no me interrumpas...alguien que ha sufrido marginación por su condición sexual antes de erigirse en un estandarte y revelar el artista que hay bajo su apariencia frágil. Todo el disco habla de eso. De sentirse rechazado por el aspecto, por la condición sexual, por ser diferente dentro de un mundo estereotipante y estereotipado.

a) Buf. Este territorio es terriblemente pantanoso. Uno elige mal una sola palabra y tiene a toda la sociedad (no solo la comunidad LGTBI) tirándosele encima. Las canciones son buenas: muy homógeneas en su parco tratamiento - casi siempre un espartano piano+voz - muchas de ellas brillantes piezas de pop decadente, con influencias de Nina Simone, de Billie Haliday, y las colaboraciones son brillantes. Pero perdonadme, no puedes ser tan marginal cuando captas la atención de Lou Reed (que ya había tanteado los lados marginales en Transformer, sin llegar a este engolamiento) o el últimamente desaparecido  Rufus Wainwright, tanto que se avienen a colaborar en tus canciones.

b) ¿Insinúas entonces que todo pueda ser una pose? ¿Que el desgarro...

a) tardaba en salir la palabra desgarro...

b)¡que no me interrumpas! ¿que el desgarro detrás de canciones como Bird Gerhl o My lady story no es sino una apelación forzada, música afectada como manera de captar atención y vender discos? Y qué hay del valor intrínseco de esa música. También son tristes y decadentes otros discos. Por poner ejemplos dispares, Berlin de Lou Reed, o Felt mountain de Goldfrapp. Qué culpa tiene Antony and the Johnsons de que la gente use su música para eso. Será un valor que hay que reconocerle.

a) ya. Pero lo mismo puede pasar con Chandelier, con Happy, con I will survive, con Viva la vida. Que las canciones quedan asociadas de tal manera a situaciones particulares que acaban convirtiéndose, a su pesar, en entes ligeramente paródicos, algunas tienen la suerte de ello o les cae esa piedra, en botones de generar situaciones . Es lo que pasa con ésta, casi casi, el pretexto para toda esta reseña. Hope There's Someone. Creo que poca gente se ha fijado en que a partir del tercer minuto o así es prácticamente inescuchable, con Antony aporreando el piano y entregándose a la gimnasia vocal. Pero su uso exhaustivo para crear "atmósferas introspectivas" (lo que viene a decirse música para cortarse las venas), o cuando Isabel Coixet (otra reina de la alegría y la juerga) la usó en una de sus películas, o cuando alguna de esas marcas de perfume que nos amenizan las navidades, todos esos niveles de empleo de la canción, la han convertido en una especie de mecanismo de activar situaciones. Antony no tiene la culpa. Él, como si huyera de la jaula del estereotipo que sus primeros discos crearon, se ha reinventado e intenta crear música con otro espíritu, con otra intención. Pero este disco, seguramente un buen disco para todo aquel que tenga la suerte de oírlo por primera vez sin todo el aura que le rodea, le persigue y le perseguirá.

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