Año de publicación: 1994
Valoración: muy recomendable
Aunque Nine Inch Nails me parecen insoportables, he desarrollado cierto respeto por el criterio de Trent Reznor. La banda sonora de Natural Born Killers, exceso cinematográfico tan fascinante como irregular de Oliver Stone, viene a confirmar, como uno de sus primeros trabajos al margen de la carrera del grupo, que su criterio como selector era diferente y que se regía por un abanico de eclecticismo muy notable.
Porque la secuencia sonora toma vuelo incluso al margen de que pueda ser un complemento para las imágenes de la película, y se constituye en una experiencia sonora por sí misma, lejos del pastiche en que podría convertirse, la inclusión de breves diálogos y el enorme rango sonoro le dan un espíritu de mixtape seminal, prácticamente de presentación de material, y aunque también presente algún altibajo, siempre nos referiremos a la película para explicar que ciertas escenas solo son concebibles con cierto aderezo sonoro. Ahí Reznor siempre acierta. Envuelve el score entre dos canciones aparentemente solemnes de Leonard Cohen: Waiting for a miracle como entrada, una isla de calma y contención, The Future como final, un tema algo más dinámico que parece advertir al espectador de aquello que ha vivido. Una especie de alegato violento y alocado. En medio, Reznor mete de todo, sin tapujos ni el mínimo sentido de la contención. Hay folk y country clásicos a más no poder, que incorporan a Bob Dylan y Patsy Cline, hay apelaciones a la escena de New York con Patti Smith y los Cowboy Junkies versionando de forma fascinante a Lou Reed. Las L7 aportan contundencia grunge.
Pero también hay extraños temas de artistas casi desconocidos (fascinante A.O.S. en History repeats itself ) y aportaciones ya fuera de todo lo previsto: Peter Gabriel, Barry Adamson - que aquí aporta su música a una película tras pasar media vida aportando música a películas inexistentes - y hay incluso rap en un momento en que esta música aún no estaba asimilada fuera del entorno exclusivamente racial, que aporta caos a las escenas de mayor pandemónium. Una selección que puede ser chocante e incluso algo agresiva pero que representa perfectamente la esencia de las imágenes a que da soporte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario