domingo, 2 de diciembre de 2018

Vainica Doble: Heliotropo

Año de publicación: 1973
Valoración: Muy recomendable

La impresión general después de la escucha completa de "Heliotropo", tras años de permanecer guardado en un cajón, es la de una ternura infinita. Quizá colabore esa portada en la que Carmen Santonja y Gloria van Aerssen posan a la sombra de un árbol entre cestos de mimbres y secos juncos, quizá sean las fotos interiores del álbum en las que volvemos a ver a unas jovencísimas Carmen y Gloria, quizá sea simplemente que las canciones que más recordaba fueran las preciosas "Elegía al jardín de mi abuela", "Nana de una madre muy madre", "Habanera del primer amor" o "Coplas del iconoclasta enamorado"...

El caso es que la primera impresión es la de una tremenda ternura. ¡Ojo: no confundir ternura con ñoñería! Porque Vainica Doble escondía, y "Heliotropo" es buena muestra de ello, una ironía y un humor negro que hacen alejar cualquier atisbo de ñoñería. 

Pero además de la ironía que desprenden de las letras de Carmen Santoja, hay que resaltar la parte de crítica que llevan esas mismas letras. Buen ejemplo de ello es "Ay quien fuera a Hawai", en la que la irrealizable fantasía se ve imposibilitada por el stablishment, el marketing y por su propia condición de mujeres (la sociedad nos impone sus condiciones. Fundamentalmente estamos condicionados y naturalmente, ahora, con hijos incorporados. No hay ocasiones de ir a Hawai). Otros ejemplos: la letra completa de "Agáchate, que te pierdes", en la que cantan a un árbol insolente que ha conseguido que "sus hojas sean rojas como un desafío al honorable gris local" (ojo, España 1973 con Franco aún fusilando), las visionarias "Dos españoles tres opiniones" o "Requiem por un amigo" (quizá un preludio de la Transición?).

Más allá de sus magníficas letras, tanto en su versión más irónica como en su versión más naif, "Vainica Doble" destaca por su modernidad. Sé que esto puede parecer algo "demodé" a estas alturas, pero hay que tener en cuenta que se trata de un dúo femenino que publica en los últimos años del franquismo, y la música en España era la que era en esos momentos.  

Es por eso que la modernidad de las Vainica viene por una doble vía. La primera es la puramente musical: Vainica Doble bebe de las influencias tanto de la música española más "popular" como de las "últimas tendencias", acercándose por ejemplo en algunos momentos al rock progresivo ("Dos españoles tres opiniones" o "Réquiem por un amigo"), a la psicodelia ("La máquina infernal") o al rock and roll ("A la sombra de un banano"). La segunda tiene que ver con ese impudor a la hora de conjugar temas e instrumentaciones evocadores y tradicionales con las tendencias más actuales sin que el conjunto chirríe por ningún lado. ¿Quién ha sido capaz de juntar en un mismo disco una oscura nana dedicada "a su lucero de la mañana, a su bien... con fresas y merenguito" con temas más progresivos? ¿Quién?

Todo esto ha provocado que Vainica Doble haya sido una influencia abiertamente reconocida por artistas de décadas posteriores (Carlos Berlanga, Family, La Buena Vida... hasta Los Planetas versionaron la maravillosa "Un metro cuadrado") y hace de "Heliotropo" una maravilla cargada de una exquisita sensibilidad. Buscadlo, por favor. No os arrepentiréis.

P.S.: Como curiosidad que vuelve a emparentar música y literatura (ULAD y UDALS aparte), este disco fue producido por el escritor José Manuel Caballero Bonald. Ahí lo dejo

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