domingo, 12 de junio de 2022

Dua Lipa: Future Nostalgia

Año de publicación: 2020

Valoración: muy recomendable

Sí: pop. Podríamos decir electrónica, funk, disco, podríamos decir muchas cosas de Future Nostalgia y en muchas coincidiríamos, pero siempre nos dejaríamos algo. Así que pop. Este disco es una muestra canónica de pop pluscuamperfecto adaptado a los avances de la música en las últimas décadas, ese que ha integrado sin ningún reparo todos los sonidos que se han ido aportando, no solo en estilo, sino en definición de sonido, en formato de composición, en producción. En términos de calidad, sin ningún pero pues ofrece más de aquello que, a primeras, se exige al pop. Por supuesto hay asequibilidad y uno diría que, gracias, otra vez, a la contención a la hora de incorporar material, once canciones y apenas cuarenta minutos, lo que entrega la duración casi perfecta de la canción pop. Sobre los tres minutos, soltando al oyente antes de que este se canse. Y gracias a Dua Lipa por no abusar de su registro vocal en aquello que hunde a otras divas del pop. Evita el gorgorito, el lucimiento técnico, la búsqueda del exceso que abruma al oyente, todo eso que buscan cantantes como Adele, Dua Lipa se las apaña para evitarlo. 

Lo hace con canciones de enganche inmediato, pero que desvelan matices. Entrando con una declaración de principios, el corte que abre y titula el disco, justo el amago de voz hip-hop que la aleja de la ridiculez, ya anuncia que ahí no se va a amparar en un sonido y a no soltarlo. Don't Start Now parece arrancar donde el primer (y nunca igualado) disco de los Disclosure lo dejó. Gran producción, soberbia línea de bajo, sonido minimalista y uso perfecto de capas de cuerdas (¿Fairlight? ) y su voz, marca de la casa, que suena sincera, convencida y consciente de que, aunque sea el detalle que aporta personalidad a las canciones, hay que dejar espacio al sonido. Tras estas dos canciones, la serie de hits en potencia es imparable y de un promedio poco habitual en este tipo de trabajos. Gracias, de nuevo, por limitarse a once canciones y no dejar que material de relleno estropee el promedio, e incluso así mostrar sanas influencias (desde INXS hasta White White Town, las visibles, Chic o Daft Punk siempre gravitando ahí) y mucho gusto en todo momento. Porque todo resulta sofisticado y elegante pero no frívolo. Esa sensación que desprende el sonido es lo que la convierte en una perfecta estrella pop, de una sencillez y empeño curiosamente contagioso (su sesión para Tiny Desk es una delicia de gusto y contención) y en un ícono global en un nivel bastante concurrido en el que se ha abierto una brecha que, esperemos, pero este es un mundo difícil, sepa aprovechar por algún tiempo.


1 comentario:

  1. Un gran disco de pop. Sería casi redondo sin las dos últimas canciones. Y el concierto de tiny desk excelente. La versión de Love again es mejor a mi modo de ver que la original del disco.

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