domingo, 14 de junio de 2020

Depeche Mode: Violator


Año de publicación: 1990
Valoración: imprescindible

Violator (tradúzcase como "Profanador") pasa por ser la cúspide de la carrera de Depeche Mode. Digamos que las cúspides en la carrera de los grupos suelen ser, glups, los inicios de las decadencias, los terribles espejos donde los reflejos de sus obras posteriores brillan distorsionados y palidecen en comparación. En el caso de Depeche Mode, podría contar con los dedos de la mano las veces que oí completo Songs of Faith and Devotion, su siguiente trabajo largo (estridente, excesivo), cuando para redactar esta reseña he oído decenas de veces Violator y aún hoy descubro matices.
Lo cierto es que la banda había despachado dos trabajos previos magníficos: Black Celebration, su prerrogativo disco berlinés y Music for the Masses, pero, por encima de todo, había marcado el hito de conquistar el mercado americano en la gira que había dado lugar a su directo 101. Violator era su séptimo disco en estudio y ya atesoraban puñados de singles (muchos de ellos, como la estratosférica Shake The Disease, no incluidos en sus álbumes).
Este disco se distingue de los anteriores sobre todo en su madurez: letras más introspectivas, sonido más depurado y sobrio (produce Flood, mezcla François Kevorkian), una especie de sensación más solemne que evoca ciertas canciones de sus discos anteriores, pero a las cuales su presentación conjunta aporta un plus. Son nueve canciones extensas, detalladas, aunque he de decir que una edición posterior que añadíó material extra en forma de caras B resulta añadir más placeres si cabe; algunos de esos teóricos descartes son mejores que la mayoría del material de su obra posterior a esta obra maestra. 
El arranque resulta casi íntimo, como unos Kraftwerk de cámara, la caja de ritmos introduce el sutil crescendo de World In My Eyes, y ya vemos que la voz de David Gahan es resuelta, decidida, sin un solo resquicio de inocencia y consciente de ser una seña de identidad de la banda. The sweetest perfection hace aflorar ya algunos temas: aunque aquí quien canta es Martin Gore, ya suena la palabra drug y la palabra injection. Depeche Mode deslizan ya en algunos temas lo que podrían parecer guitarras, casi twang en el clásico instantáneo Personal Jesus, single pluscuamperfecto y preámbulo de dos ejemplos paradigmáticos de canciones grandiosas que, sin ser singles, se vuelven importantes y elevan los discos a que pertenecen: Halo (que Goldfrapp, compañeros de sello, remezclaron de forma exquisita) y Waiting for the night, cumbre de introspección que remite a los momentos más solemnes de Black Celebration, música casi sacra en una cara A (la de le edición de vinilo) sencillamente inapelable. Pero claro, a continuación nos encontramos con Enjoy The Silence, otra de sus canciones inconfundibles (y otra introducción de la guitarra en el sonido del grupo) y Policy Of Truth, otra progresión  con cierto aire a Cure en su inicial sonido desnudo, pero gloriosa en su desarrollo. Blue Dress Clean cierran con calma e introspección un disco perfecto. El listón, claro, quedó tan alto en lo comercial y en lo artístico que la banda, que había mutado en ocho años de ser una troupe de mozalbetes parapetados en sus teclados a ser integrada, casi como si fuera una banda de rock, por cuatro músicos maduros con existencias algo torturadas, se vació de tal manera, tocó el cielo tanto y tan intensamente, que solo podía iniciar un descenso, curiosamente en el momento en que sus influencias en el uso de sintetizadores habían sido debidamente absorbidas y empezaban a regresar a Europa. El tecno había tomado prestada una "h" en EEUU, y los reyes absolutos habían despachado una (tienen otras) de sus obras maestras. El círculo empezaba a cerrarse.

2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo con la reseña. Es su obra maestra, culminando la excelencia en progresión ascendente de sus dos discos anteriores y antecediendo a lo que sería su decadencia.

    Elena Cabrera, en su excelente reseña de Violator para el especial 30 aniversario de RDL, se sorprende que un disco tan oscuro y vicioso haya vendido 10 millones de copias...

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  2. Estupendo review! Hace unos dias hice un análisis de este discazo en Youtube, pueden verlo acá:
    https://youtu.be/PZCX78qA8fE?si=rqIwysdbsqFunPl5

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