domingo, 17 de julio de 2022

Massive Attack :Mezzanine

Año de publicación: 1998

Valoración: recomendable

Supongo que un - limitado - debate sobre la carrera de Massive Attack  incluiría una eventual discusión sobre si este Mezzanine o su debut, Blue Lines, representan la cúspide de la carrera del colectivo de Bristol. Ese es el motivo por el que no podemos obviar este álbum aquí, aunque seamos unos firmes defensores de la idea de que no hay debate. Mezzanine es el primer paso de la decadencia de la influyente banda y no veo demasiado argumento en contra. No solo porque sus discos siguientes pasaran desapercibidos. Algo se ha perdido, parece, de forma definitiva, algo que Protection, ignorado pero brillante segundo disco, aún conservaba. 

Primero, el gusto por las colaboraciones, especialmente vocales, de la banda, se extrema y empieza a abarcar amplios (demasiado amplios) sectores de su sonido. La elección de Elizabeth Fraser, de la banda indie Cocteau Twins, me parece un poco extraña dada su distancia respecto a la escena electrónica del momento, y he de decir que creo que su actuación en Teardrop la acerca más a Enya o Sally Oldfield de lo que me hace sentir cómodo. Y la evolución del sonido de la banda me parece demasiado acomodaticia con la situación imperante en 1998, esos crescendos guitarreros que ensucian canciones como Angel, puede ser una impresión de este que esto escribe, alejan el sonido de la banda de sus premisas iniciales, para mal. Los samples de oscuras figuras del jazz o el funk se han desvanecido. Solo la voz de Horace Andy nos remite a los colosales temas que se convertían, singles al margen, en los valores de Blue Lines. 

Seguramente, el mito ya se había consolidado y esa apuesta por un sonido endurecido, más radiable, más friendly con la generación del grunge y el indie, sea su disco más vendido y el que les procuró más seguidores ajenos a la escena electrónica. Incluso con algunos excesos más o menos aceptables con la coartada de la experimentación, como en Dissolved Girl, se percibe la sensación de que la inspiración ya ha tomado el camino a la puerta de salida, y podemos considerar su cierre,  Exchange, como la última muestra clara del talento de la banda. Tras eso, una triste decadencia y mucho vivir de rentas y royalties (y de la sempiterna sospecha de que 3D es Banksy, que eso también acaba vendiendo).

1 comentario:

  1. Hola. Nunca me entusiasmó mucho este disco, me suena aburrido y a fórmula agotada. Me quedo con Blue Lines, sin duda. Protection no me encanta especialmente, pero lo prefiero claramente a éste. Saludos

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