Valoración: Casi mejor que no...
Lendakaris Muertos, grupo pamplonica de sonido punkarra y sospechosa inspiración en los Dead Kennedys, son los responsables de que la juventud alegre y combativa (o lo que quede de ella), tanto vasca como del resto del Estado Opresor lleven 15 años coreando canciones como Policía, sí , Gora España, ETA, deja alguna discoteca, DNI vasco, ez, eskerrik asko, Fuimos ikastoleros, Se habla español, o el que podría ser himno oficioso de una Cataluña independiente dentro de unos años: Veterano de la kale borroka... No os confundáis: no estamos hablando de un grupo de ruido neonazi en plan Batallón de Castigo o mierda parecida, sino de punk auténtico (aunque también tienen algún tema contra los que no les consideran punkies ortodoxos, si es que algo así es posible), gente que no se casa con nadie y lo mismo componen una canción sobre la fascinación homoerótica hacia Urrusolo Sistiaga que otra titulada, significativamente, Gore ETA.
Tampoco es que en este su primer disco las canciones denoten ese nivel de equívoca y ácida ironía; el tono que domina, más bien, es el del sarcasmo más abierto y descarnado. No sólo sobre el llamado "conflicto vasco": "Policía sí/la prefiero a ti ", Veterano de la kale borroka, Gora España, o, justamente, El problema vasco ("El problema vasco/ es que no se folla ")... también hacen referencia a otros asuntos políticos del momento, como en Mercenario en Irak, o a la crítica social más cercana, disparando a todo lo que se menee, pero ante todo, a la gilipollez cotidiana contemporánea, desde el postureo al "aprobetxategismo": Gafas de pasta, Cerveza sin alcohol ("Cerveza sin alcohol/ Café sin cafeína/ Grasa sin grasa/ Sin hueso el chuletón/ Drogatas contra la droga/ Adelgazo papeando una hamburguesa vegetal "), Jet set pobre, Odio el fútbol, Detector de gilipolleces, Jódete tú o Centro comercial ("No eres de derechas/ ni eres de izquierdas/ eres un subnormal/ de centro comercial "). También, cómo no, hay lugar para una versión de los Dead Kennedys: Demasiado ciego para follar.
Tocado todo con la energía adrenalítica propia del punk: guitarreo a tope, nada de solos que distraigan, velocidad en temas muy cortos -¡hay 23 en el disco, nada menos!- y cierta vocación de himnos, si no generacionales, sí al menos para cierta juventud -y no tan jóvenes, que ellos mismos no son unos chavales- que se siente hasta la narices de todo y tiene ganas de descargarse de alguna forma, de protestar contra tanta estupidez y mamoneo por todas partes. Con mucho humor y mala leche, eso sí. Unos clásicos, ya digo...
Tampoco es que en este su primer disco las canciones denoten ese nivel de equívoca y ácida ironía; el tono que domina, más bien, es el del sarcasmo más abierto y descarnado. No sólo sobre el llamado "conflicto vasco": "Policía sí/la prefiero a ti ", Veterano de la kale borroka, Gora España, o, justamente, El problema vasco ("El problema vasco/ es que no se folla ")... también hacen referencia a otros asuntos políticos del momento, como en Mercenario en Irak, o a la crítica social más cercana, disparando a todo lo que se menee, pero ante todo, a la gilipollez cotidiana contemporánea, desde el postureo al "aprobetxategismo": Gafas de pasta, Cerveza sin alcohol ("Cerveza sin alcohol/ Café sin cafeína/ Grasa sin grasa/ Sin hueso el chuletón/ Drogatas contra la droga/ Adelgazo papeando una hamburguesa vegetal "), Jet set pobre, Odio el fútbol, Detector de gilipolleces, Jódete tú o Centro comercial ("No eres de derechas/ ni eres de izquierdas/ eres un subnormal/ de centro comercial "). También, cómo no, hay lugar para una versión de los Dead Kennedys: Demasiado ciego para follar.
Tocado todo con la energía adrenalítica propia del punk: guitarreo a tope, nada de solos que distraigan, velocidad en temas muy cortos -¡hay 23 en el disco, nada menos!- y cierta vocación de himnos, si no generacionales, sí al menos para cierta juventud -y no tan jóvenes, que ellos mismos no son unos chavales- que se siente hasta la narices de todo y tiene ganas de descargarse de alguna forma, de protestar contra tanta estupidez y mamoneo por todas partes. Con mucho humor y mala leche, eso sí. Unos clásicos, ya digo...