Valoración: Imprescindible
Este señor que ven ustedes en la portada del disco, de 81 años recién cumplidos y el digno aspecto de haber servido de modelo original para la etiqueta de la Birra Moretti (aunque dista de ser su mejor foto, desde luego) es nada menos que don Paolo Conte, abogado de Asti, en el Piamonte, compositor, pianista y uno de los cantantes más importantes y originales que ha dado la canción italiana y europea. ¿Que no han oído nada de él? Seguro que sí: Azzurro, la composición que le hizo declinarse por la carrera musical, pasa por ser uno de los epítomes de la ya degradada etiqueta de "canción del verano". Aunque se trata más bien de una canción sobre la nostalgia del verano, sobre la nostalgia de la infancia o sobre la nostalgia de la mujer que nos abandona, siquiera temporalmente. Todo esto, claro, es más difícil de apreciar en la primera y celebérrima versión que cantó Adriano Celentano, pero es evidente en la áspera voz de Paolo Conte, una versión que que, por qué no decirlo, le da mil vueltas a la del raggazzo della via Gluck.
Pero no sólo de Azzurro vive el hombre (no lo digo en sentido literal, claro, pues seguro que los derechos de esta canción ya proporcionarán una pequeña fortuna): en esta recopilación de lo mejor de la primera etapa como intérprete del signor Conte podemos encontrar muchas otras de sus más célebres composiciones, desde Via con me -tan querida por los publicistas actuales- a Gelato al limon, Sotto le stelle del jazz o Dragon. También Gli impermabili, tercera pata del tríptico de canciones del "hombre del Mocambo", sobre el fracaso del varón europeo del siglo XX que acaba, irremediablemente, ante la barra de un bar. Una temática que, por cierto, va como anillo al dedo a la voz dura y potente, casi cazallera, de este intérprete.
Esa impronta melancólica y aun nostálgica se puede apreciar en muchas de sus canciones, no sólo en las que parecen más aptas para ser interpretadas una noche lluviosa en un piano-bar, sino también en otras más enérgicas e incluso-en apariencia-alegres. la misma Azzurro o la evocadora de otro tiempo -no sé si mejor- Bartali, cuyo protagonista se entrega a sus reflexiones mientras espera el paso de uno de sus héroes en el Giro de Italia... Por no dejar de mencionar la emocionante habanera que cierra el disco: Genova per noi, que nos lleva a maravillarnos tanto como ésos que están "in fondo alla campagna" cuando descubren el Mediterráneo.
En el aspecto estrictamente musical, es indudable que el jazz, más o menos clásico e incluso en momentos adscrito al llamado lounge es la baasae de la mayoría de estas composiciones, más claramente en Via con me, Sotto le stelle del jazz -aquí, con el recurso tan querido por Conte del kazoo acompañando al pianoforte- Boogie, Gong-Oh, Dragon... pero también de la tradición de la canción italiana, más o menos disimulada, en Ho ballato di tutto o de los ritmos latinoamericanos: Alle prese con una verde milonga -una suerte de "metacanción" sobre la lucha del músico con su arte- o la ya mencionada habanera de Genova per noi o los primeros compases de Gelato al limon... Incluso, por no olvidar el toque francés que tanto parece agradar a Conte, la extravagancia burlona que supone esa evolución decimonónica de la contradanza que es la Quadrille.
¿Es esta la mejor recopilación posible de la música de este gran compositor y genial intérprete italiano, habida cuenta además, que ya tiene más de veinte años? Obviamente no, podemos encontrar otras como Tutto Conte, del 2008 o la exquisita Reveries del 2003, con un montón de nuevas versiones de temas antiguas. O, si se prefiere, cualquiera de los discos grabados en directo (recomiendo , por ejemplo, Live Arena di Verona, del 2005); en todo caso, es una buena manera para iniciarse en la música de este magnífico autor y personalísimo cantante. Quién lo haga no se arrpentir-a. O, parafraseando de nuevo la última canción del disco:
Con quella faccia un po'così
quell'espressione un po'così
che abbiamo noi che abbiamo... ascoltato Conte...
Pero no sólo de Azzurro vive el hombre (no lo digo en sentido literal, claro, pues seguro que los derechos de esta canción ya proporcionarán una pequeña fortuna): en esta recopilación de lo mejor de la primera etapa como intérprete del signor Conte podemos encontrar muchas otras de sus más célebres composiciones, desde Via con me -tan querida por los publicistas actuales- a Gelato al limon, Sotto le stelle del jazz o Dragon. También Gli impermabili, tercera pata del tríptico de canciones del "hombre del Mocambo", sobre el fracaso del varón europeo del siglo XX que acaba, irremediablemente, ante la barra de un bar. Una temática que, por cierto, va como anillo al dedo a la voz dura y potente, casi cazallera, de este intérprete.
Esa impronta melancólica y aun nostálgica se puede apreciar en muchas de sus canciones, no sólo en las que parecen más aptas para ser interpretadas una noche lluviosa en un piano-bar, sino también en otras más enérgicas e incluso-en apariencia-alegres. la misma Azzurro o la evocadora de otro tiempo -no sé si mejor- Bartali, cuyo protagonista se entrega a sus reflexiones mientras espera el paso de uno de sus héroes en el Giro de Italia... Por no dejar de mencionar la emocionante habanera que cierra el disco: Genova per noi, que nos lleva a maravillarnos tanto como ésos que están "in fondo alla campagna" cuando descubren el Mediterráneo.
En el aspecto estrictamente musical, es indudable que el jazz, más o menos clásico e incluso en momentos adscrito al llamado lounge es la baasae de la mayoría de estas composiciones, más claramente en Via con me, Sotto le stelle del jazz -aquí, con el recurso tan querido por Conte del kazoo acompañando al pianoforte- Boogie, Gong-Oh, Dragon... pero también de la tradición de la canción italiana, más o menos disimulada, en Ho ballato di tutto o de los ritmos latinoamericanos: Alle prese con una verde milonga -una suerte de "metacanción" sobre la lucha del músico con su arte- o la ya mencionada habanera de Genova per noi o los primeros compases de Gelato al limon... Incluso, por no olvidar el toque francés que tanto parece agradar a Conte, la extravagancia burlona que supone esa evolución decimonónica de la contradanza que es la Quadrille.
¿Es esta la mejor recopilación posible de la música de este gran compositor y genial intérprete italiano, habida cuenta además, que ya tiene más de veinte años? Obviamente no, podemos encontrar otras como Tutto Conte, del 2008 o la exquisita Reveries del 2003, con un montón de nuevas versiones de temas antiguas. O, si se prefiere, cualquiera de los discos grabados en directo (recomiendo , por ejemplo, Live Arena di Verona, del 2005); en todo caso, es una buena manera para iniciarse en la música de este magnífico autor y personalísimo cantante. Quién lo haga no se arrpentir-a. O, parafraseando de nuevo la última canción del disco:
Con quella faccia un po'così
quell'espressione un po'così
che abbiamo noi che abbiamo... ascoltato Conte...
Buenísima reseña. Y coincido con lo que dices: fantástica recopilación. Otro tema a destacar es Sparring partner que aparece en la banda sonora original de Deliciosa Martha si mal no recuerdo. Conocí a Conté con esta recopilación Lugo adquirí otro par de de CDs pero este es la bomba. Imprescindible. Saludos.
ResponderEliminarHola Sir Robin: no conozco esa peli pero estaré atento por si la veo. Conte es un imprescindible, sin duda.. Mi pena es no haberlo podido ver en directo y ya no creo que pueda...
ResponderEliminarUn saludo y gracias por la visita ; )