domingo, 11 de abril de 2021

Duran Duran: Duran Duran

Año de publicación: 1981

Valoración: muy recomendable

Hoy este blog retrocede a la denostada (merecidamente o no, opinemos) década de los 80 y desempolva el álbum de debut de una de las bandas más controvertidas de la época, quizás más por su trayectoria posterior que en sí por los méritos de este disco (que son cuantiosos), puesto que Duran Duran, o su estratosférico triunfo y celebridad posterior vinieron a abrir más de un debate. Por una parte, la indiscutible fuerza de su imagen (deudora del glam y a la sazón precursora de ciertas pestilentes corrientes asociadas a las boy-bands - injusto porque los Duran Duran eran realmente músicos) y por otra esa premisa snob de que comercialidad y calidad recorren caminos diferentes. La pléyade de grupos superpopulares en la escena pop en esa época parece una invitación a alimentar la polémica (hablemos de Culture Club o de Depeche Mode o Spandau Ballet) y no pocas críticas injustas se limitaban a atribuirles condición de figurines asociados a un movimiento, en defensa de opciones más oscuras y puras. 

En todo caso, aunque los singles previos ya auguraban gran repercusión, digamos que los cinco tipos que nos saludan desde la portada, a pesar de la seguridad que desprenden sus poses, todavía no son conscientes del futuro que se cierne sobre ellos, la absoluta explosión de su inmediato disco posterior y su elevación a los altares pop, incluyendo participación en festivales y la siempre socorrida coartada popular: estaban entre los grupos favoritos de Diana Spencer.

Pero sin buenas canciones todo eso no se sustenta: hay bastantes en Duran Duran: ni siquiera esa producción que suena envejecida logra disimularlo, esa producción que uno diría que pide una remasterización que aporte músculo, sobre todo a la parte rítmica, pero que ya es intrínseca al disco: es música para oír a alto volumen, casi diseñada para ser jaleada por multitudes, y los tres singles son inapelables: Girls On Film o la oportunidad, vía funk tecnificado, de aportar primeros momentos de ingenua polémica a la MTV, Planet Earth o la inmediatez after-punk elevada a sus consecuencias más mundanas (incluyendo estratosférica línea de bajo destripada aquí por su autor, John Taylos) y reconociendo influencias del krautrock en el avance imparable de Careless Memories, incluída efervescencia guitarrera que se ensambla perfectamente). Añadamos temas más épicos e introspectivos, como Night Boat, himnos generacionales como Friends of mine, temas menores enormemente eficaces como Anyone Out There y, claro, toda la carga de imagen (tomada prestada de quien fuera, pero que hicieron suya) del grupo, con un carismático Simon Le Bon al frente, y el cuadro está completo. Su dominio de la época fue breve pero absoluto, su corte de imitadores (A-ha, por ejemplo) muy notable y su influencia (la fusión desvergonzada entre sonoridades rock, funk y sintetizadores) mayor de la que se puede medir. Que años más tarde se les indigestara en discos discutibles como Notorious ya es otra cosa.

1 comentario:

  1. uno de mis discos favoritos del pop...yo creo que esta banda no tiene malos discos, aunque el que menos me gustó fue; all you need is now.

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