Año de publicación: 1995
Valoración: muy recomendable
Última década del siglo o el milenio pasado. Los 90. La industria musical vive una década esplendorosa: la generación que compraba vinilos en los 70 los sustituye ahora por CDs a 20 euros la unidad. Las corrientes musicales se multiplican: aún no nos hemos repuesto de la explosión de la electrónica y ya tenemos, solamente en las islas británicas, brit-pop, drum'n'bass y trip-hop, mientras en el otro lado del Atlántico el rap (cuando dejan de darse tiros entre ellos) también avanza, el r'n'b avanza y el grunge tiene recorrido todavía.
Ah: y no había llegado eso de la piratería.
Casi me olvidaba.
Lógico, entonces, que en un mercado que absorbía lo que le echaran, un público con cash disponible para que te colocaran cualquier cosa (de esto hablaremos algún día aquí) la tentación de los discos con fines benéficos era, sencillamente, demasiado poderosa. Músicos que podían mejorar su imagen, discográficas que podían enriquecer su catálogo, oyentes que se iban a casa satisfechos por la obra realizada y por la posibilidad futura de alardear de esas piezas que completaban el catálogo de sus héroes musicales.
Help fue organizado por War Child, una organización que recaudaba fondos para los huérfanos del conflicto de los Balcanes. Es, desde luego, un portentoso esfuerzo el reunir las figuras que reunieron, prácticamente un Who's who de quien dominaba el cotarro en ese momento, y aunque las aportaciones fueran heterogéneas, tras su loable finalidad esconde magnífica música que no siempre parece un pretexto de salida de alguna versión o un descarte. Aparte del logro de juntar a Oasis y Blur en un mismo disco (eso sí, Oasis abren el disco y la canción de Blur está casi al final), en plena guerra, uh, del brit-pop. Aparte de ellos, obvias elecciones que podían representar un fuerte tirón en las ventas del disco, Help contiene muy buena música: Adnan, posteriormente incluída en Insides, muestra unos Orbital alejados del acid, más reflexivos e incluso haciendo guiños a la IDM de grupos como Black Dog Productions o Plaid. Andrew Weatherall adopta nueva guisa en Message To Crommie, extraordinaria fusión del sonido cósmico de Haunted Dancehall con una especie de pop-dub humeante, como siempre. Los KLF resucitan para rendir tributo a un clásico en The Magnificent, Massive Attack y Portishead contribuyen, estos últimos tan parcos en publicación, aportan incluso una canción inédita con Mourning Air (con sus medias, nueve meses de trabajo), y las contribuciones de las clásicas bandas de la escena de Manchester, como los Stone Roses, quedan completadas con tres deliciosas versiones incluidas en el disco, que lo elevan, casi, a la categoría de clásico imprescindible. Suede aportan personalidad y tensión dramática a la adecuada inclusión de Shipbuilding, los Manic Street Preachers recurren al inagotable cancionero de Burt Bacharach en
Raindrops Keep Falling On My Head, al que le dan la correspondiente capa de dureza post-post-punk, y Terry Hall, ex Specials, se tira a la piscina en plan crooner para la deliciosa versión de la entrañable Dream A Little Dream.
En fin: no muy lejos de aquí la gente se pone trascendente ante el micrófono para entregar nauseabundos discos para maratones televisivas. En Help tenéis excelente música para otra buena causa. Uno, ya que paga, exige.
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