Año de publicación: 1979
Valoración: muy recomendable alto
Quiet Life marca una transición en la carrera de Japan, quizás inicia el camino que precipita años más tarde la disolución de la banda pero, curioso, resulta parecer ahora su álbum más sólido y gana enormemente con las escuchas repetidas.
Incluso manteniendo una fuerte influencia de su etapa Glam en algunas canciones, siguiendo la evolución del propio estilo, aquí Japan deja de ser un grupo en la estela de T-Rex o los NY Dolls y se entrega sin rubor a la influencia de Roxy Music, títulos y estrofas en las canciones lo confirman, pero, algún otro caso se ha dado, sofistican y extreman sonido y mensaje, no hablamos aquí de copias que mejoran el original sino de adopción de un sonido y énfasis en algunos de sus aspectos de forma que surge algo nuevo.
Y Quiet Life es un disco que cuesta comparar con otros. Un equilibrio casi perfecto entre rabia y sensibilidad, todas más exacerbadas en lo lírico que en lo sonoro. Paga sus deudas, Despair es el casi obligatorio número introspectivo, esta vez en francés y con la sensibilidad modo Satie que el grupo perfeccionaría en su disco posterior. All Tomorrow's Parties, versión sofisticada y llena de pedales de distorsión, cumple la deuda del reconocimiento de influencias. El resto del material ya es más cohesionado, desde la canción que titula el disco, con sus oleadas de teclados y sus solos (otra marca del disco: la presencia de cuerdas, saxos, otra manera de desmarcarse del rock de guitarras al uso), y composiciones extensas de tonos épicos: la voz de Sylvian desplaza de cierta guturalidad glam a la contención que lo empareja con Bryan Ferry. Así, In Vogue, toda una muestra del sonido del disco, ya es Japan a puro rendimiento: bajo burbujeante, piano nítido, voz ecualizada evitando un estricto primer plano, porque Sylvian podía pasar por ser el frontman de la banda, pero (y su actitud paciente en su carrera en solitario lo confirmaría) se consideraba un componente más dentro de un colectivo, Alien retoma aires de reggae cósmico de algún tema de su disco anterior, Fall in love with me parece anticipar los amagos disco que alguna de sus colaboraciones posteriores apuntarían y, por supuesto, imposible olvidar la majestuosa canción que cierra el disco, The Other Side of Life, tour de force de aires épicos, dramáticos, crescendos vocales y cuerdas celestiales que tumban el oyente: Japan habían recorrido en tres discos el camino de la rabia juvenil a la escandalosa madurez sonora. También habían desplegado una corriente estética que les procuró comparaciones inmerecidas y no pocas chanzas de los puristas. A ver cuáles de los que los imitaron o los criticaron llegaron a estas alturas.